ARTE,
COMUNIDAD Y ESPACIO PÚBLICO
(Martin
Samuel Tituaña Lema, Quito 1971)
Quito,
11 de abril de 2011
El
trabajo del Colectivo de arte Tranvía Cero inicia en el 2002 fomentando
proyectos de arte y comunidad e incentivando transversalmente
el uso del espacio público y teniendo como sustento y
herramientas de trabajo varios ejes de acción en el Sur de la ciudad de
Quito. Pensando el espacio público no sólo desde los lugares
estáticos o que se remiten a determinados espacios como plazas, calles o
parques emblemáticos de la ciudad. Lo público para el colectivo también se
concibe desde el sector, el barrio, la esquina, la tienda, el parque, las
calles, gradas, esquinas, la casa comunal, la cancha de futbol o vóley pero
ante todo las dinámicas, recorridos, disputas, conflictos, negociaciones y
tensiones que se generan en ellos. Estas características construyen el barrio
en sí mismo como un espacio público y el objetivo es fomentar espacios de
movilización todos esos ámbitos de manera articulada con la intensión de
empoderarse con mayor conciencia crítica de sus espacios públicos, intervenirlos,
se podría decir, desde y con sus propias dinámicas y referentes de construcción
sociocultural, sociopolítica. Esta forma de ver o convivir y trabajar con lo
público no es un exclusividad de Tranvía sino que es un referente de toma de
posición política, de un proceso organizativo cultural de base más amplio que
vive una parte del sector Sur de la ciudad de Quito desde 1995. Este proceso está
reflejado en lo que ahora se está constituyendo como la Red Cultural del
Sur, RCS agenciado por procesos emergentes de organización
cultural y por otros procesos emblemáticos con años de experiencias de trabajo
barrial. Tranvía Cero intenta ampliar el espacio de incidencia de los actores
socioculturales externos e internos entorno al trabajo comunitario insertando
en la visión integral de los procesos de creación artística, producción,
circulación y difusión colectiva. Si antes lo barrial estaba considerado como
un circuito adonde llegaban la producción preestablecida de las diversas áreas
de las artes, este proceso nos ha llevado a proponer una creación conjunta en
donde la participación de los múltiples actores sean partícipes preponderantes
de una construcción conjunta de proyectos de arte y comunidad. Pues
este tipo de proyectos procuran una visión amplia y dinámica del uso del
espacio público.
Gráfico No. 1 Actores involucrados en el
proceso de arte y comunidad
Con
esta propuesta mínima pero importante para el trabajo del colectivo es que nos
sumamos a la experiencia organizativa de la RCS adhiriendo nuestros esfuerzos
para la conformación de un frente común ante las políticas públicas de la
ciudad. Objetivo que se construye desde de una serie debates, foros y asambleas
culturales que transitan como espacios intermedios entre las formalidades de
las mismas dirigencias barriales y las institucionales, procurando
cuestionar los vacíos que estas dos formas de gestión provocan. Demandando y
proponiendo políticas culturales amplias e incluyentes frente al centralismo de
la ciudad que se dan desde la instauración de una serie de reuniones en casas
de dirigentes de las organizaciones, casas barriales o espacios abiertos como
la Concha Acústica de la Villa Flora etc. Una de las características de la
gestión de la RCS es que no gestiona a partir un lugar fijo o burocrático, ni
pretende esa estructura, hecho que ya lo diferencia y trastoca las relaciones
con la lógica institucional. Entonces se establece a manera de un organismo, de
una gestión y un discurso abierto como un organismo variable, que se acerca, se
distancia y se acciona cuando las circunstancia lo amerita, y lo hace desde la
praxis; es una estrategia de existencia, de demanda y cierta abstracción legal
frente al oficialismo, pero con la finalidad urgente de facilitar diálogos,
encuentros, intercambio e incluso debates entre las agrupaciones culturales en
primera instancia, la comunidad y posteriormente con el sector
institucional. Esta cualidad y sentido de organización corresponde no sólo a la
idea del RCS, sino que refleja y recoge el carácter de los grupos
organizados de base que lo viven y lo practican diariamente.
Video: Anti-Icono
/ Infame / Sexto Encuentro Internacional de arte Urbano al zur-ich 2008
Muestra como este
proyecto se desarrolló en el barrio de la Ferroviaria en el sector de la
Iglesia de Barco y de la Concha Acústica. En este proceso participaron varios
actores locales como: ex trabajadores del Ferrocarril, La Barca agrupación
juvenil, dirigentes barriales, vecinos y vecinas en general con la intensión de
recupera y repensar los íconos e historia que representan y afirman las
identidades culturales del sector.
METODOLOGIA DE
TRABAJO
Gráfico No. 2 Forma de vínculo e
inserción en los procesos comunitarios
La
implementación de los proyectos de arte-comunidad parte de una metodología
de trabajo de interrelación del artista-comunidad-espacio urbano que
implica que: el artista debe conocer el contexto de un barrio antes
de iniciar su proceso vínculo, articulación y trabajo colectivo con los
diversos actores socioculturales y sociopolíticos. Pero llegar a este
escenario de interrelación mucho depende del artista(as) y de su capacidad para
insertarse en los ritmos, dinámicas, formas de hacer la gestión de los actores
locales, quienes conciben el saber hacer no como una
especialización separada de los quehaceres cotidianos. Los actores
locales más bien entienden su labor cultural como parte de un todo. Y para
establecer más lazos de interrelación es necesario que la comunidad y sus
interesados tengan al igual que los artistas un mínimo de apertura para
escuchar y dialogar en un escenario atravesado por la cultura y el arte en sus
espacios familiares, organizativos, laborales, autónomos o
independientes. Así mismo es necesario que la comunidad paulatinamente
haga conocer sus inquietudes, intereses y demandas abiertamente respecto a las
iniciativas que los artistas o colectivos plantean. Pues la ideas es
generar un dialogo reciproco, horizontal y abierto con la intensión de
evitar mal entendidos que fracturen los vínculos iniciales de
artista-comunidad. Ahora para adentrarse aún más en lo barrial es necesario
caminar el espacio, desplazarse en él, mapearlo sus flujos, actividades,
sitios simbólicos, culturales o simplemente referenciales que tengan la capacidad
de socialización y apropiación comunitaria, si existen, para que estos
los tres elementos de esta metodología permitan desarrollar iniciativas
artísticas conjuntas. Además debemos entender que entre estos tres pilares
siempre existirán disputas, tensiones, conflictos que van desde los simbólico,
político, cultural, de representación e incluso territorial por eso la
importancia de saber, con todas la herramientas generadas durante las primeras
inserciones, moverse adecuada y estratégicamente, no sólo respecto a los
conflictos y rechazos a los que uno reiteradamente se encuentra sino
respecto a quienes, hablando de personas u organizaciones, que asumen
representación. Entonces es necesario saber con quién agenciar las iniciativas
o proyectos pero no se debe dejar de lado y tajantemente a quienes muestra
reticencia a los procesos culturales sino dejar el escenario para que ellos
mismos permanezcan o abandonen libremente. En este contexto recién el
artista y muchas veces la misma comunidad reconoce las problemáticas, vacíos,
desaciertos, aciertos de la gestión barrial, la producción cultural local, el
impacto de la política pública respecto a la cultura y el arte. Estas
estrategias permitan accionar de manera coherente con los beneficiarios
directos y aporta a visibilizar sus múltiples referentes culturales, simbólicos
y políticos y los conflictos de las distintas identidades que coadyuvan,
conviven, hacen y dan vida a la comunidad. La interrelación
enfatiza en los procesos colectivos de creación y producción y dentro de esta
particularidad la labor del artista, más que un constructor de objetos, es la
de un dinamizador, incitador, detonante de acciones, movilizaciones,
apropiaciones, empoderamientos para fomentar cuestionamientos, interpelaciones,
conflictos y tensiones que promuevan una participación directa de los vecinos y
vecinas. Entendiendo que la participación no es un espacio sólo para
ejercer el papel de espectador o de legitimador de lineamientos, políticas o
proyectos predeterminados, sino una que debe promulgar la construcción
conjunta, colectiva, colaborativa no sólo de los proyectos artísticos sino de
la política pública misma. Esta metodología incita a establecer una
visión integral del trabajo cultural y artístico para articular los aportes de
la diversidad cultural de base social con la visón institucional.
Video: El
comic de barrio / Colectivo La Vanguardia – Guayaquil / Octavo Encuentro
Internacional de Arte Urbano al zur-ich 2010
El registro muestra la inserción de este colectivo
en la Cooperativa 5 de agosto para proponer a los habitantes del Guasmo Sur
rescatar esas micro-historias del barrio contadas a través de las paredes de
sus casas al más puro estilo comic. El colectivo establece diálogos con las
personas del barrio para recopilar anécdotas, datos, historias, además de
negociar con ellos la utilización de sus fachadas para ser intervenidas y la
participación en la elaboración de las imágenes. Todas estas micro-historias aparecen
en un catálogo-historieta. Además se sumaron a este trabajo la Orquesta Sinfónica
del Guamo.
ARTICULACIÓN Y
REARTICULACIÓN
Gráfico No. 3 Actores con los que se
procura la construcción de iniciativas o proyectos de arte y
comunidad
Esta
herramienta de trabajo e interrelación permite articular y re-articular el
tejido social que en muchos de nuestros sectores y barrios esta venido a
menos por diferentes motivos. El hecho de sentarse en una mesa de trabajo o
dialogo con las dirigencias barriales, el sector deportivo, educativo, la
iglesia, los grupos culturales, las familias o las personas a título individual
como actores primordiales del espacio público: hace que volvamos a conocernos y
reconocernos. Implica también la implementación de un dialogo que tiene
al arte como su eje fundamental para
reactivar el uso del espacio público con otra perspectiva que
no es el espectáculo momentáneo, utilitarista o coyuntural solamente. El arte
como un eje crítico está dotado de la capacidad de cuestionar y generar
alternativas de transformación y cambio en los distintos ámbitos de la sociedad
y es desde esa perspectiva que concebimos al dialogo reciproco,
horizontal y abierto proveniente del arte que procura concebir
el espacio público como un espacio que trastoca: las lógicas
de convivencias hegemónicas, las formas de empoderamiento y apropiación,
las de representación, de relación e interrelación. Entendiendo además que la
articulación y re-articulación sumadas al espacio público son
espacio en constante flujo y que el empoderamiento y apropiación de estos no
puede remitirse sólo al espacio físico u arquitectónico,
histórico, emblemático (plaza, parque, calle) sino que debe tener en cuenta
todas las construcciones subjetivas en ellos. De ahí que no deberían
entenderse también como espacios estéticos en sentido tradicional, sino
desde una visión crítica que cuestiona lo establecido como verdades
perecederas. Por lo mencionado y desde la experiencia de trabajo del
Tranvía Cero existe la necesidad de articular y re-articular desde
los escenarios objetivos, subjetivos, privados y públicos el trabajo de
las organizaciones culturales de base, sin desconocer sus procesos, contextos,
lógicas, formas y características del saber hacer para
reconocer, conocer, compartir recíprocamente conocimientos y saberes para que
sepan responder y sobre todo acoplarse a los escenarios socioculturales y
sociopolíticos tan cambiantes y puedan continuar sus procesos. Por ello es
necesario el aporte de programas de capacitación que eleven su calidad de
gestión y comprensión de la sociedad en su conjunto con la finalidad de que, en
el caso de los grupos artísticos mejoren la calidad de sus productos y de sus
herramientas de trabajo para insertarse o vincularse a las necesidades y
conflictividades que genera el crecimiento acelerado de la ciudad. Cuál es la
intensión, que los procesos organizativos locales, en el largo, mediano y corto
plazo, movilicen los espacios públicos comunitarios. Este aporte sea en
términos de capacitación, inversión económica, recuperación de sus bienes
tangibles e intangibles de un barrio implicaría una responsabilidad para los
grupos culturales locales para mantener un trabajo sostenido y articulado con el
artista, el grupo o la institución. La rearticulación implica una participación
mediada entre los artistas o actores culturales que visitan y los que
pertenecen a los propios barrios agenciando un proceso como resultado del
trabajo colectivo y no sólo un producto. Pensar lo colectivo como
posibilidad de cambio crítico en esta época en que nuestros sectores cada vez
se distancian. Por este motivo estas formas de trabajo vinculado aportan
en algo a mitigar esos vacíos partiendo desde estos diálogos abiertos y
pensando lo comunitario más allá de la consecución de los servicios
básicos sino como un espacio de movilización cultural constante.
Video: Anónimos
/ Juan Fernando Ortega / Séptimo Encuentro Internacional de arte Urbano al
zur-ich 2009.
El registro nos
muestra el vínculo del artista con un sector del barrio de la Lucha de los
Pobres al sur de la ciudad de Quito, sector producto de una invasión que ha
logrado consolidarse sus demandas sociales y culturales a lo largo de los años.
Este proceso muestra cómo se va negociando una nomenclatura para las calles con
nombres y fechas que provienen de la realidad y vivencias del sector y su
gente, de los conflictos y las tensiones necesarias para llegar a acuerdos
incluyentes en los que participan dirigentes barriales, ligas deportivas,
iglesia, grupos organizados e individuos.
PROCESO
Grafico 4
Esta
metodología enfatiza en el proceso de construcción colectiva
de los proyectos de arte y comunidad más que en la creación del
objeto artístico como producto final y preponderante (pintura, dibujo,
escultura teatro, danza etc.). Esto implica que, en los espacios mínimos de
diálogo y trabajo comunitario abiertos en los barrios, la idea inicial de los
proyectos e iniciativas siempre están sujetas a cambios, mutaciones,
potenciación, colapso o simplemente tienden a desaparecer en el contexto
del barrio y en el entramado de relaciones socioculturales que permite su
existencia si el proponente (artista) no se vincula a las características
y dinámicas del barrio y sobre todo a los ritmos y realidades de la
gente. El proceso es una temporalidad que abre y construye nuevos escenario y
horizontes no sólo respecto al proyecto sino también a las formas de relación
del arte, el artista con la comunidad, con el trabajo integral,
articulado y fuera del taller y vinculado a la organicidad de la convivencia
diaria. Por esto es necesario establecer paralelamente múltiples circuitos de
gestión y acercamiento al barrio y no concentrarse en una sola estrategia o
contacto. Así como el contexto es cambiante, efímero, dinámico así mismo deben
ser las estrategias y las acciones de los artistas para entrar en el flujo
cotidiano e intervenir en ellos. Estos múltiples escenarios y realidades
generan tensión y cuestionan el impacto del o los proyectos y son parte de la
visión de cómo concebimos lo público desde lo procesual. En estos casos los
resultados son mediados y más que el interés del artista debe preverse el
resultado colectivo, que en algunos casos procuran hacer presentaciones
artísticas de pequeño formato en los que se presenta los registros del trabajo
en video, fotografía, audio, dibujo etc. Esta forma de trabajo en si no
promueve el espectáculo como el fin primordial, sino los canales de diálogo,
participación, creación, producción y circulación colectiva. Es decir es un
espacio de aprendizaje y formación mutua (artista-comunidad). Al ser un trabajo
comunitario lo interesante es el apoyo a los procesos culturales de base social
y creemos que es en este sector en donde se debe invertir con mayor
preponderancia.
Video: Galerías
Quebradas / Zona Trece / Octavo Encuentro Internacional de arte Urbano al
zur-ich 2009
El trabajo de Galerías conjugó el esfuerzo de
varios actores locales como dirigentes barriales de dos sectores San José de Guaraní
y la Venecia, Zona 13 el equipo que promovió esta propuesta, las empresas de
lugar con metal para la elaboración de las estructuras de lo que sería el
puente y varios vecinos y vecinas a título personal. El objetivo trabajar sobre
una problemática especifica del sector a las que contribuyeron con soluciones
para reestructurar un puente que conecta a dos barrios.
IDENTIDAD Y AFIRMACIÓN
CULTURAL
Uno
de los aportes de esta forma de trabajar lo artístico desde lo comunitario ha
significado hacer visibles varias demandas de las organizaciones culturales de
base sobre todo aquella de procurar una ciudad equitativa en la
construcción de sus políticas culturales, en distribución y redistribución de
la infraestructura y la inversión económica de la cultura. Hacer visibles las
construcciones culturales y artísticas locales de los barrios y generar un
nivel de afirmación de las múltiples identidades que conjugan y conviven y se
transforman constantemente en un barrio. El saber que los barrios más
periféricos y su gente también contribuimos a la construcción cultural y
simbólica de la ciudad y que no es sólo lo patrimonial lo que nos hace habitantes
de esta ciudad sino también las construcciones culturales y simbólicas
contemporáneas. Hace varios años era muy complicado entender o tener a un
barrio como un referente valido y relacionarlo con las artes visuales
contemporáneas, es más no era un espacio de legitimación para el artista y su
obra porque estos sectores fueron considerados menos que la galería
o el museo. No era el sitio en donde la alta cultura podía reposar, estar,
crearse, producirse y mucho menos difundirse y circular. Sin embargo este
vínculo artístico hace que anualmente, en lo que se refiere al trabajo del
colectivo Tranvía Cero y Encuentro de Arte Urbano al zur-ich, un
barrio o una mínima parte del barrio tenga el espacio para regresarse a
ver así mismo, a sus referentes y a su gente. Pues pasa que todavía en muchos
sectores creemos que todo lo que viene de fuera es mejor y no hay un
apoyo adecuado a sus procesos organizativos locales, sin que esto quiera decir
que no debamos conjugar lo interno y externo siempre y cuando esto sea
equitativo y de beneficio común y recíproco.
Video: El
León de la León / Guido Gómez / Sexto Encuentro Internacional de Arte Urbano al
zur-ich 2007.
En la búsqueda de
los relatos y mitos en torno al nombre del barrio de “La León” se interviene la
calle principal del barrio en la que se dibuja a un jaguar como referente e
icono del sector. En este proceso de búsqueda se juntan dirigentes del barrio,
liga deportiva, la UPC y los distintos moradores y moradoras.
Video: Paseo
de la Fama / Colectivo Tranvía Cero / Sexto Encuentro Internacional de Arte
Urbano al zur-ich 2007.
Este proceso muestra la participación de los
vecinos y vecinas en un espacio de reconocimiento y afirmación de las diversas
identidades que conviven en el sector y quienes dejan la huella de su mano y un
objeto simbólico en cada estrella destinada sea para personajes comunitarios,
familias o simplemente los vecinos que desean dejar un legado en el contexto de
la comunidad.